martes, 15 de junio de 2010

EXPOSICIÓN: “DISCAPACIDAD DOWN” SOY DOWN ¿Y QUÉ?
27/4/2010 por María Jesús Ibáñez y Manuel Torralbo
Durante la exposición de nuestros compañeros del M-1 hemos logrado ahondar más en un tema que no hemos dado a lo largo de toda la carrera. Personalmente, el Síndrome de Down me resultaba totalmente desconocido pues no tenía noción ni de las causas exactas que lo conformaban. Por eso creo que la dinámica de la presentación fue acertada pues ante todo nos acercaron la visión que sobre ellos se tiene en la sociedad en general. El vídeo realizado por ellos mismos mostró los prejuicios e ideas que sobre ellos se tiene, considerando a estas personas:
No normales.
Incapaces de hacer frente a muchas tareas, incluso las más simples.
Personas que carecen de las habilidades interpersonales de comunicación/ relación.
Tiernos y cariñosos de pequeños y obsesos sexuales de mayores.
Etc...
Fueron muchos y muy variados todos los prejuicios que se mostraron alrededor de las personas con Síndrome Down. Por ello me gustaría comprobar, a través de la siguiente noticia, la veracidad de los prejuicios o no:

Expulsan de un pub a un grupo de 15 personas con síndrome de Down
La Asociación almeriense para el Síndrome de Down denuncia la forma "chulesca" y "con desprecio" que utilizaron para echarles.
Uno de los empleados dijo que "había que cerrar el colegio" cuando el establecimiento empezó a llenarse de gente.
El gerente del local ha pedido disculpas a la asociación.
EFE. 15.05.2009
Un grupo de 15 personas con síndrome de Down fue expulsado de un pub de Almería el pasado 1 de mayo cuando el local empezó a llenarse de clientes, denunció este jueves la Asociación Almeriense para el Síndrome de Down.
Fuentes de la asociación explicaron que el grupo al que se "invitó" a abandonar las instalaciones del pub Ay Carmela estaba formado por personas totalmente autónomas de entre 25 y 35 años que acudieron al local, al que iban con cierta frecuencia, para celebrar la clausura de un taller de empleo. En esa ocasión estaban acompañados por tres monitores.
El portero dijo que "la hora del colegio había acabado"
Cuando el pub empezó a llenarse de gente, el portero se dirigió a uno de los monitores para decirle que "la hora del colegio había acabado, que el local se estaba llenando y que había que cerrar el colegio".
Tras esta advertencia el grupo decidió irse, no sin que antes el empleado intentara convencer a otro de los monitores de que "en su situación haría lo mismo", según las citadas fuentes.
El colectivo ha rechazado tanto la decisión adoptada por el local, como la forma "chulesca" y "con desprecio" empleada para echar al grupo, que se limitó a tomar unos refrescos y bailar un rato.
El propietario del pub se disculpa
El gerente del pub almeriense, Juan Manuel Bermejo Roldán, ha pedido disculpas por el "malentendido" que llevó a que se "invitara" al grupo a abandonar el local, y se ha puesto a disposición de la asociación para "aclarar el incidente".
En un comunicado, el gerente del pub calificó de "muy graves" los hechos, si bien apunta que el portero niega que haya expulsado a los jóvenes. "Sólo le dijo a un monitor que un cliente se había quejado porque uno de los jóvenes estaba molestando con su comportamiento", pero que "en ningún momento los echó del local".

Reflexión personal:
Una vez leída y analizada la noticia, podemos comprobar cómo el peso de los prejuicios, nacidos del desconocimiento, siguen teniendo lugar en nuestra sociedad del siglo XIX. Hay ocasiones en las que no puedes creer lo que estás leyendo en la prensa y, ésta, es una de ellas.
Como nos ha explicado el texto anterior el grupo estaba conformado por quince personas con Síndrome de Down acompañadas por tres monitores capacitados para la labor, por lo que podemos presuponer que gozaban de unas nociones mínimas de comportamiento y habilidades sociales para estar en cualquier lugar público. Sabiendo esta característica, ¿qué es lo que empuja a una persona a menospreciar y echar a otra por poseer una serie de características personales no voluntarias?
La respuesta es simple: falta de tolerancia con una acusada dosis de prejuicios. Esta es la receta mágica de las personas que cometen este tipo de actos vergonzosos. Sin embargo, no podemos echar toda la culpa a la sociedad y echarnos a dormir. Debemos saber que si se producen este tipo de actuaciones continuamente todos y cada uno de nosotros es responsable, no en sentido estricto, sino que se es responsable de hacer que los prejuicios se sigan extendiendo, de no cometer ninguna acción de protesta, de no intentar normalizar la situación de estas personas... en definitiva, de no intentar hacer un mundo basado en las semejanzas y sí en las diferencias.
No puedo evitar sorprenderme con noticias como ésta, pero la verdad es que, en nuestro día a día, nos acomodamos y preferimos dejar que alguien se ocupe de ello en lugar de protestar por algún compañero que tiene trabas para acceder a la enseñanza o a un bar, como se lee en la noticia.
Asimismo, lo que más me gustó de la exposición de mis compañeros fue la asistencia de un grupo de cuatro personas con algún tipo de discapacidad intelectual (dos de ellos con Síndrome de Down) y su profesora de Educación Especial. En todo momento, la profesora nos intentó transmitir las ideas que sobre ellos debemos desechar como, por ejemplo, tratarlos de “pobrecitos”, “niños” o “salidos sexuales”. Nos comentó que se trata de personas que tienen unas capacidades especiales, con un tipo de aprendizaje distinto y capacitados para realizar múltiples tareas en solitario. No obstante, también nos señaló la falsa idea que ha propiciado Pablo Pineda acerca del Síndrome de Down pues no todas las personas que la padecen pueden desarrollarse hasta estos límites. En este momento de la conversación en clase, entramos en un interesantísimo debate acerca de por qué no es probable que todos los Down sean como el actor. Bajo mi punto de vista, creo que puede ser debido a una acuciante falta de recursos pues poniendo a todas estas personas en igualdad de condiciones, con unos estímulos similares y trabajando desde la aceptación se puede lograr que la población Down progrese y se haga un hueco prominente en la sociedad.
Pese a todos estos datos, personalmente, no me queda muy claro si el Síndrome de Down es una enfermedad, por lo que se me han planteado serias dudas acerca de cómo redactar todo el comentario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario